Sobre Rogue One y la publicidad de la igualdad

El pasado jueves se estrenó en todos los cines de España la película que probablemente nadie esperaba y todos aguardaban con ansiedad. Sí, en efecto, Rogue One llegó a las pantallas, llegó a los corazones, llegó a las almohadas plagadas de insomnio de los amantes de esta serie magnífica creada por George Lucas. Rogue One, llegó, y lo hizo con un mensaje escondido en su interior.

Desde hace mucho tiempo, en nuestro planeta, la forma de dar protagonismo al hombre en las distintas películas de acción ha sido el pan de cada día de este cine contemporáneo. Nadie optaba por otorgar el papel principal a una chica que, en lugar de ser la princesa que el príncipe o el guerrero buscaba, era la que defendía a un señor que temía ser oprimido por el enemigo. Por suerte, la historia cambia, y lo hace por una serie de motivos.

Principalmente, y es de lo que vengo a hablar en el día de hoy, lo ha hecho en un producto que marca las diferencias con respecto a otros; un producto que bien puede ser catalogado como el más vendido de las pasadas navidades de 2015: Star Wars. Y es que, si la Guerra de las Galaxias se propone terminar con una tendencia cualquiera, o cambiar el devenir de X situación, esta consigue hacerlo.

Ya desde el pasado episodio, el séptimo, aquel que dio tanto que hablar y que fue toda una innovación creada para satisfacer al público, se pudo observar que las chicas iban a protagonizar, no solo una, sino varias entregas de esta serie. Es este mismo hecho el que podemos ver reflejado en esta reciente entrega.

Rogue One es la historia de una chica guerrera, de alguien que se sacrifica por conseguir hacer valer el nombre de su familia. Es una niña que se convierte en mujer sufriendo, tal y como lo hacían los hombres en aquellos años en los que Luke Skywalker comandaba el cartel principal de 'A new hope' en los cines del mundo entero. Rogue One no es una simple historia intercalada entre el tercer y cuarto episodio de la saga de películas más exitosa de la historia, sino un punto y aparte en la reciente historia cinematográfica, uno que ya se ha empezado a marcar desde hace tiempo.

Sin embargo, no solo es la leyenda de Jyn Erso la única que vale como ejemplo de este cambio, ni siquiera la de Rey, sino que también una considerable cantidad de grabaciones destinadas al público infantil como Brave o incluso la reciente Vaiana, han roto con el esquema. Disney, con su poder para mover el planeta infantil, ha decidido promover la igualdad. Disney ha terminado con el monopolio masculino y ha dado paso a la democracia. Disney ha hecho trizas  el tópico de la princesa con vestido y les ha regalado a las chicas espadas, pistolas; las ha hecho admirables.

En cualquier caso, no solo Star Wars Disney han conseguido romper con lo establecido. En dicha tarea les han acompañado grandes personalidades del mundo del deporte, de la música, de las artes dramáticas, de la literatura... todas y cada una de ellas con la finalidad de defender que aquella concepción machista no es más que agua pasada.

Desde Ronda Rousey hasta Angelique Kerber, pasando por la galardonada Mireia Belmonte y por estandartes españoles como Verónica Boquete, fiel defensora del fútbol femenino, todas han llevado a comprender a aquellos y aquellas que no conciben esta nueva visión de la sociedad, que la mujer está igualmente capacitada para hacer aquello que el hombre pueda realizar. Porque la 'Fuerza' no entiende de géneros ni de tradiciones, la 'Fuerza' solo llega a aquel que demuestra que debe poseerla.

Por Jyn y Rey, dos guerreras que representan a todas las chicas de este mundo.

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